Qué es para san Pablo el cuerpo, el alma y el espíritu
San Pablo, en sus epístolas del Nuevo Testamento, ofrece una visión integral del ser humano que incluye el cuerpo, el alma y el espíritu. Aunque no presenta una definición sistemática y detallada de cada uno, sus escritos permiten inferir cómo entiende estos componentes.
Cuerpo (soma): Para San Pablo, el cuerpo es la parte física y material del ser humano. Es el vehículo a través del cual interactuamos con el mundo y realizamos nuestras acciones. En sus cartas, Pablo subraya la importancia de mantener el cuerpo en pureza y santidad, ya que es el "templo del Espíritu Santo" (1 Corintios 6:19-20). También habla de la resurrección del cuerpo, indicando que, aunque el cuerpo físico es perecedero, será transformado en un cuerpo glorioso en la resurrección (1 Corintios 15:42-44).
Alma (psique): El término "alma" en los escritos de Pablo es menos frecuente y más ambiguo. En general, el alma puede entenderse como la sede de la vida y la personalidad, incluyendo las emociones, la voluntad y la mente. Es la parte que anima al cuerpo y le da vida. Aunque Pablo no se enfoca tanto en el alma como en el espíritu, se puede inferir que el alma es el aspecto que conecta el cuerpo con el espíritu.
Espíritu (pneuma): El espíritu es la dimensión más elevada y esencial del ser humano en la teología paulina. Es el aspecto que permite la comunicación y la relación con Dios. Pablo enfatiza que el espíritu humano es vivificado y renovado por el Espíritu Santo (Romanos 8:16). El espíritu es el lugar donde ocurre la regeneración y la transformación espiritual, y es a través del espíritu que los creyentes pueden discernir y seguir la voluntad de Dios (1 Corintios 2:14-15).
En resumen, para San Pablo, el ser humano es una unidad compuesta de cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo es la parte física, el alma es la sede de la vida y la personalidad, y el espíritu es la dimensión que permite la relación con Dios. Esta visión tripartita subraya la importancia de cada componente y su interrelación en la vida cristiana.